30 de abril, 2020
En Bolivia, las mujeres dicen que en la lucha contra el COVID, el gobierno inconstitucional las deja a merced de la violencia por razones de género.
Texto: Selma Saravia Luna-Hannover (Chicas Poderosas Bolivia) y Cintia Mamani Rodriguez (Bolivia)
Ilustración: Carla Soliz Cronenbold (Bolivia)
Trágica analogía en Bolivia: para tener una idea de la voracidad de la pandemia COVID-19, se deben contar los muertos y sobre una base de datos oficial con enormes vacíos, atrevernos a hacer cálculos de mortalidad. De la misma manera, sin referencias de base, la policía proporciona cifras de feminicidios y violencia sexual durante la cuarentena, desde el 21 de marzo hasta el 22 de abril. Es la enumeración de las pocas tragedias que llegaron al Estado por su desenlace gravísimo o fatal. No es sabido cuántas denuncias (gritos de auxilio) hicieron las mujeres en Bolivia en este período.
Esta especie de estado de sitio, confinamiento, ley marcial, matonaje sanitario ha puesto candado a puertas, ventanas y bocas. Mujeres e hijos no tienen escapatoria ni voz. Dónde y cómo huir si en la calle esperan soldados sordos y tozudos que sólo entienden las órdenes del Gobierno, que lejos de cuidar y proteger, se pueden convertir también en violentadores sexuales. Nadie puede transitar. Los hombres están más empoderados en un gobierno inconstitucional.
Quien atiende en el número de emergencia es un hombre descomedido e indolente, quien finalmente no presta asistencia. La policía, responde con la misma actitud. Ante el pedido periodístico a la línea oficial para recabar los datos sobre violencia de género durante la cuarentena, la respuesta del telefonista es vaga. Ante tanta resistencia, igual insistencia: “Sí, han aumentado las denuncias, unas 30 por día desde marzo… No son graves, generalmente, rencillas sin importancia”, contesta con cinismo. ¿Y sobre datos acumulados?, “No, no hemos hecho”. ¿Ni del primer trimestre? “No”.
Cinismo también el de Juan Carlos Alarcón, Jefe de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia que en conferencia de prensa sólo dio cuenta de cuatro feminicidios en un mes de cuarentena y de tres muertes en investigación. Los últimos datos oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas (2018) daban cuenta del 75% de las mujeres bolivianas como víctimas de violencia por parte de su pareja.
En ese informe, también se hablaba de una realidad universal, de violencia en todos los ámbitos. De acuerdo con datos del Observatorio de Género de la Coordinadora de la Mujer, en 2019 se registraron 117 feminicidios a nivel nacional y 6.291 delitos contra la libertad sexual –alrededor de 17 casos por día–, en el marco de la citada ley.
Bolivia figura entre los países de la región con los índices más altos de feminicidio y violencia sexual contra las mujeres. Según la Fiscalía General del Estado, hasta el 26 de abril se produjeron 35 feminicidios en lo que va del año, a nivel nacional.
En cuanto a la ley (por una vida libre de violencia para las mujeres), define primero la violencia como “cualquier acción u omisión, abierta o encubierta, que cause la muerte, sufrimiento, o daño físico, sexual o psicológico a una mujer u otra persona, le genere perjuicio en su patrimonio, en su economía, en su fuente laboral o en otro ámbito cualquiera, por el solo hecho de ser mujer”. La realidad es que no menciona el lugar más inseguro para las mujeres: la propia casa. En esa casa donde conviven ahora mismo con el miedo a la pandemia y a la endémica violencia doméstica, también verduga de sus hijxs.
10 puntos sobre la violencia de género en Bolivia
¿Según la legislación del país, cómo se aborda el término “violencia de género”?
La Ley integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia (Ley Nº 348 de 9 de marzo de 2013) su artículo sexto define la violencia como “cualquier acción u omisión, abierta o encubierta, que cause la muerte, sufrimiento, o daño físico, sexual o psicológico a una mujer u otra persona, le genere perjuicio en su patrimonio, en su economía, en su fuente laboral o en otro ámbito cualquiera, por el solo hecho de ser mujer”.
¿Hay una línea nacional en mí país para atender situaciones de violencia de género? ¿Es de asesoramiento o denuncia? ¿Cuál es el número?
La línea gratuita 800 14 0348 activa las 24 horas, pero con atención deficiente.
¿Hay canales regionales, provinciales, o departamentales? Sí/No
Sí, pero no suficientemente difundidos.
En una sola línea, ¿qué servicios ofrece la línea?
En teoría, brinda información, orientación y asesoramiento a las mujeres en situación de violencia.
¿Cuántas llamadas se registraron los días de aislamiento a esta línea encargada?
Claramente, el encargado esbozó sólo 30 casos por día, pero no corresponde con otras cifras oficiales anteriores.
¿Cuántas personas víctimas de violencia de género han recibido atención/protección del Estado?
Desde que empezó la cuarentena en Bolivia, el 22 de marzo, y hasta el 23 de abril se registraron 1.505 hechos de violencia contra mujeres, niños y adolescentes, según la Coordinadora de la Mujer. Entre esos delitos, también se toma en cuenta 200 agresiones contra la libertad sexual.
Por otro lado, en el periodo del 22 de marzo al 23 de abril, la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia (Felcv), registró 200 delitos contra la libertad sexual de mujeres, niños, niñas y adolescentes, además de otros hechos de violencia.
¿Cuántas denuncias se registraron por violencia de género en tu país? ¿Aumentaron o disminuyeron a partir de la cuarentena?
Las cifras están muy desordenadas. De dicho, el 2018, el número de estos delitos no terminaron de ser contabilizados y, en 2019, la violencia política se ha llevado todos los registros importantes.
¿Qué medidas o estrategias ha implementado el Gobierno?
De acuerdo a la ley debería: “establecer mecanismos, medidas y políticas integrales de prevención, atención, protección y reparación a las mujeres en situación de violencia, así como la persecución y sanción a los agresores”.
Pero nada de eso de ha concretado.
¿Qué medidas o estrategias han activado las organizaciones sociales feministas o de mujeres?
Sobre todo, acciones de denuncia y de apoyo en casos de violencia institucional del gobierno. Además, la organización CCIMCAT promovió el ciclo de conversatorios virtuales “Voces de Mujeres Diversas Bajo la Cuarentena” que propició la expresión, la discusión y las objeciones de las mujeres de Tarija (Sur de Bolivia) a las políticas de Estado, interpelando fuertemente la ausencia de presupuestos y el olvido de esta problemática en el contexto COVID-19.
¿Cuántos femicidios se contabilizaron en marzo en sus países? ¿Qué actores llevan a cabo este registro? ¿Aumentaron o disminuyeron desde la cuarentena?
En marzo de 2020, se produjeron cuatro feminicidios confirmados, según la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia (Felcv) y nueve tentativas. Además, tres muertes permanecen en investigación. Desde el 1 de enero hasta el 17 de marzo, el promedio de feminicidios era de 10 por mes.