Radiografía de la violencia contra las mujeres: lo que dejó la cuarentena

11 de noviembre, 2020

La violencia contra las mujeres en Colombia se ha recrudecido desde que inició la cuarentena. Han sido asesinadas por lo menos 167 mujeres en 4 meses, y se han registrado más de 58 mil llamadas a la línea de atención nacional de violencia contra la mujer.

Texto: Samara Díaz (Colombia) y Mayra Monroy (Colombia)

Ilustración: Lizeth León Borja (Colombia)

“Nos están matando”, se escucha en las calles, ya no solo por el asesinato de líderes sociales, de jóvenes, o por las repetitivas masacres perpetradas con la agudización del conflicto armado colombiano, sino por el asesinato sistemático de mujeres durante la cuarentena. La pandemia ha expuesto la radiografía de las violencias contra las mujeres en el país: los patrones constantes de agresión, los lugares donde no están a salvo, las denuncias, las llamadas de emergencia y, lo que es más grave, los feminicidios registrados. Se trata de una realidad que no es invisible y que acaba con la vida de miles de personas, particularmente, mujeres. 

La Fiscalía General de la Nación reportó 55 víctimas de feminicidio desde el 25 de marzo —fecha en la que inició el aislamiento preventivo obligatorio— hasta el 31 de julio de 2020. Sin embargo, los datos recopilados por el Observatorio Feminicidios Colombia, la Fundación Paz y Reconciliación (Pares) y la Fundación Feminicidios Colombia suman 158 víctimas de este delito durante el mismo periodo. Al cruzar los registros de las organizaciones sociales y el ente fiscal, esta investigación encontró un total de 167 casos, que más allá de ser una cifra, son historias de mujeres que perdieron la vida a causa de la violencia machista, “un constante recuerdo de que la vida de las mujeres no importa”, como lo menciona Estefanía Rivera, coordinadora del Observatorio Feminicidios Colombia – Red Feminista Antimilitarista.

Ana Mercedes Rivas fue asesinada el 22 de abril por su pareja, Maximiliano Lezcano, en su casa ubicada en Medellín. Justo después de matarla, el feminicida intentó suicidarse. Ana Mercedes tenía 39 años, era madre soltera y tenía tres hijos: Duván Andrés de 21 años, Camila de 18 y Santiago de 15. Historias como la de ella ocurren repetitivamente a lo largo y ancho del país, donde se encuentran patrones de violencia machista que visibilizan el problema estructural contra las mujeres. En muchos casos, por ejemplo, las víctimas de feminicidios eran madres cabeza de hogar (como Arly en Santander*), mujeres jóvenes (Cindy en Huila*), empobrecidas (Yenny en Bogotá*) e incluso menores de edad (Ángela en Putumayo*); quienes convivían o tenían algún vínculo cercano con sus agresores, en su mayoría de veces, parejas (Marlly en Cauca*) o ex-parejas (Alba en Antioquia*). 

Asimismo, los feminicidios registrados ocurrían en los hogares de las víctimas; y el victimario frecuentemente intentaba escapar o suicidarse.

Feminicidios que relatan la desigualdad económica, política y social en la que viven las mujeres en las ciudades y en las zonas rurales del país, pues durante el confinamiento esta violencia sistemática se vio agudizada, no solo por el asesinato hacia las mujeres, sino en las denuncias a la Línea 155, línea nacional habilitada que registró 58256 llamadas desde que inició la cuarentena hasta el 31 de julio, de las cuales el 90% fueron realizadas por mujeres para denunciar violencia de tipo física, psicológica, sexual y económica, según la microdata suministrada por la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer. Esta investigación intentó contactarse con Gheidy Gallo, consejera de esta entidad, para conocer las acciones planeadas que buscan mitigar esta problemática, pero no se obtuvo respuesta.

Carolina Mosquera, investigadora de Sisma Mujer, una de las organizaciones voceras sobre las violencias contra las mujeres en el país, expresó que, “si bien el sistema de justicia ha reportado un descenso en las denuncias, en contraste, las mujeres si están buscando más ayuda por hechos de violencia a líneas de apoyo en el marco de la cuarentena”, pues las agresiones persistentes que han vivido en sus hogares demostró que el ámbito privado nunca dejó de ser un escenario peligroso. 

La Policía Nacional, institución que atiende la Línea 123 para reportar cualquier tipo de emergencia, registró desde el 25 de marzo al 31 de julio, un total de 3738 llamadas, de las cuales 1523, es decir alrededor del 41%, fueron por violencia contra la mujer. Asimismo, la Línea Púrpura Distrital, línea de orientación y atención psicosocial telefónica para las mujeres en Bogotá, recibió 5971 llamadas desde el inicio de la cuarentena hasta el 31 de agosto, de las cuales 3387, es decir más del 56% denunciaban a la pareja sentimental de la víctima como agresor.

Para la psicóloga especializada en género Paola Duque, muchas de las mujeres que sufren este tipo de violencia, específicamente generada por sus parejas, tienden a aislarse y a justificar a su agresor, como resultado de una sociedad que las ha enseñado a comportarse así. “La mujer empieza a recibir preguntas y señalamientos sobre su relación amorosa y esto produce que se aísle. La vergüenza la lleva a silenciarse y apartarse, lo que favorece que el agresor pueda ejercer todo el control que desea sobre ella, y que la víctima termine justificándolo”, explicó.

Por otra parte, muchos de los agresores, según Duque, tienen “rasgos narcisistas, trastorno límite de la personalidad y una imagen devaluada de sí mismos”. Aunque la psicóloga no lo considere como una patología, sí cree que el origen viene de una estructura cultural patriarcal y machista.

No están a salvo en sus casas, no duermen tranquilas; se trata de un contexto violento y misógino que por tantos años le fue quitando la vida a miles de mujeres. Por esta razón, organizaciones sociales, colectivas, activistas feministas y el movimiento político Estamos Listas han recolectado firmas en todo el país para exigirle al gobierno colombiano que se declare en emergencia por este tipo de violencia. ‘Nos están matando’, ‘paren la guerra contra las mujeres’, ‘ni una menos’, consignas que se escuchan en manifestaciones y que exigen cambiar esta realidad para las mujeres en Colombia y América Latina.

Ante este panorama es necesario rememorar los 167 feminicidios durante el aislamiento preventivo obligatorio, que más allá de una cifra, son mujeres que no serán olvidadas. Esta investigación recopiló los datos suministrados por el  Observatorio Feminicidios Colombia, la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), la Fundación Feminicidios Colombia  y la Fiscalía General de la Nación, desde el 25 de marzo al 31 de julio de 2020. Samara Díaz, periodista de Rutas del Conflicto, diagramó y localizó esta información. 

Clic aquí para visualizar la base de datos completa.

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Si quieres conocer los documentos obtenidos a través de las solicitudes de información para esta investigación, da clic en este enlace.

Feminicidios

Una curva que no se aplana: llamadas a la línea 155 al alza

30 de abril, 2020

En 30 días de aislamiento social los “hechos de emergencia”, en los que la vida de las mujeres está en peligro, han aumentado un 553%. En aislamiento las están agrediendo. Las están matando.

Texto: Carlos Mayorga (Colombia)
Samara Díaz
(Colombia)

Ilustración: Lizeth León Borja (Colombia)

A Loliluz, Ellyn y Edenis las mataron el primer día de aislamiento social en Colombia. El 25 de marzo los medios nacionales registraban cómo horas después de haber entrado en función la cuarentena nacional obligatoria, un hombre había asesinado a su esposa, a su cuñada y su suegra en un barrio al sur de Cartagena. Organizaciones de la sociedad civil y estamentos del Estado colombiano temían que la violencia contra las mujeres aumentara cuando se declararan las medidas para mitigar la pandemia. Poderse aislar es un privilegio. Pero lo es aún más poder aislarse segura. 

No es el callejón, la ropa que vestía o la hora del día. Es la casa el lugar en donde las mujeres están corriendo riesgo y por la cual han aumentado un 163% las llamadas a la línea de atención nacional entre el 25 de marzo y el 23 de abril del 2020. Una de las declaraciones que causó revuelo, en relación a la denuncia, fue la de la alcaldesa de la capital del país, Claudia López, en la que afirmó que los hogares que registren violencia contra mujeres, niños y niñas no recibirán ayudas, sin embargo, posteriormente fue aclarado que las familias sí recibirán los apoyos económicos y se entregará a la justicia al agresor, incentivando a que las mujeres se atrevan a denunciar. 

En el país no hay una ley clara de violencia de género. La legislación colombiana intenta abarcar la violencia de género a través de la ley 1257 de 2008, la cual sanciona de manera detallada la violencia contra las mujeres. Es así como la línea 155 se creó para asesorar a mujeres en situación de violencia, sin tener claridad sobre las personas de género diverso. 

Durante el aislamiento, el Observatorio Colombiano de las Mujeres, que inició labores en marzo, ha consolidado la naturaleza de las llamadas a la línea 155, incluyendo violencia intrafamiliar sin especificar cuál es la identidad de género de las víctimas. Según el Observatorio, se recibieron un total de 3951 llamadas entre el 25 de marzo y el 23 de abril del 2020, mientras que en el mismo periodo en 2019 fueron 1504. El 71% de las llamadas se concentran en los departamentos de Bogotá, Valle Del Cauca, Antioquia, Cundinamarca y Santander; y revelando un aumento de más del 300%  en La Guajira, Casanare, Chocó, Cesar y Sucre. 

La cifra más alta durante la cuarentena es la de violencia intrafamiliar con 2971 llamadas, y si bien en este número se encuentran hombres víctimas de violencia, más del 90% de las llamadas fueron realizadas por mujeres. Las amenazas, los delitos sexuales y lesiones personales también aumentaron; pero una de las cifras más alarmantes es la de “hechos de emergencia”, que registra cuando la vida de la mujer se encuentra en peligro, la cual ha incrementado un 553%, pasando de 32 llamadas en el 2019 a 209 durante el aislamiento. 

Ante el alza de la violencia contra las mujeres, la vicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez, anunció que una de las medidas que se implementó fue el fortalecimiento de la línea 155, y el aumento del número del personal de psicólogas, sociólogas y policías para atender estos casos. Solo en Bogotá, según la Secretaría de la Mujer, la Línea Púrpura encargada de atender llamadas por denuncias de violencia contra las mujeres planea aumentar el número de personal de 32 a 41 profesionales en temas asociados con mujer y género, además de implementar desde el 20 de abril una estrategia de denuncia presencial en 630 almacenes de cadena de Bogotá. A nivel nacional se estipuló el funcionamiento de las comisarías de familia y casas de acogida. 

Desde el 20 de marzo al 16 de abril se han registrado 19 feminicidios, de los 52 de todo el 2020, según lo anunció Marta Mancera, vicefiscal General de la Nación. En comparación a 2019, de enero a marzo de ese año se habían presentado 48, registrando una disminución aparente en el número de feminicidios que hasta marzo era de 37. Sin embargo, el aislamiento volvió a extenderse y por lo pronto se sabe que va hasta el 11 de mayo.

La Fundación Feminicidios Colombia recopiló 14 feminicidios desde el inicio de la cuarentena nacional obligatoria hasta el 29 de abril. Santiago Luque, periodista de Rutas del Conflicto, diagramó y localizó los datos suministrados por la fundación.

6 puntos sobre la violencia de género en Colombia

¿Según la legislación del país, cómo se aborda el término “violencia de género”?

La única legislación vigente relativa a “violencia de género” es la ley 1257 de 2008 que sanciona la violencia contra las mujeres. Sin embargo, existe un noción de “violencia de género” de la Corte Constitucional en la Sentencia T-878/14.

¿Hay una línea nacional en mí país para atender situaciones de violencia de género? ¿Es de asesoramiento o denuncia? ¿Cuál es el número?

La línea 155, manejada por la Policía Nacional, brinda asesoría a mujeres víctimas de violencia. 

¿Hay canales regionales, provinciales, o departamentales? Sí/No

Varios departamentos, ciudades y municipalidades cuentan con un línea de asesoramiento. Una de estas es la Línea Púrpura de Bogotá: 018000112137, la cual cuenta con un número de WhatsApp: +57 3007551846.

En una sola línea, ¿qué servicios ofrece la línea?

Brinda orientación psicosocial y jurídica a mujeres víctimas de violencia.  

¿Qué medidas o estrategias ha implementado el Gobierno?

El decreto 460 del 22 de marzo garantiza el funcionamiento de las Comisarías de Familia e insta a implementar campañas de prevención. En Bogotá es posible activar rutas de atención en establecimientos de cadena. Además, según la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez se está fortaleciendo la línea 155 con más personal. 

¿Qué medidas o estrategias han activado las organizaciones sociales feministas o de mujeres?

Campañas de recolección de mercados; fondos económicos y de vivienda para para mujeres y trabajadoras sexuales transgénero; o apoyo económico a trabajadoras informales y mujeres privadas de al liberadas son algunas de las acciones adelantadas por colectivos en Bogotá.